19 julio 2010

Selecciones Juveniles

BATISTA
“Hay jugadores de Primera que no le saben pegar a la pelota”

Hace tiempo que el problema principal del fútbol argentino se encuentra en las inferiores. Años y años de ‘fracasos’ deportivos en el que la gente acusó como responsable al técnico de turno, cuando en realidad, todo se debe al mal trabajo en las categorías juveniles. Que, al parecer, nadie sabe qué son realmente, o cual es su función, justamente, etapas de FORMACIÓN. Tan importante y determinante es que se entienda bien esto ya que lo que se ve en los grandes no es más que la continuidad de un mal trabajo inicial.

“Tenemos que meternos en la cabeza que somos formadores. Formadores para el fútbol argentino, no para vender a Europa". Son cada vez menos las personas que piensan esto como el principal foco del problema. Sergio Batista, en numerosas oportunidades, aportó su voz y opiniones. Por eso, como el que escribe estas líneas no es una voz autorizada para hablar del tema, dejaremos que hable el Seleccionador Juvenil de Argentina a través de citas.

Dice Batista: "Hay jugadores de Primera que no le saben pegar a la pelota". ¿Tan malos nos volvimos? Batista entiende que hay que cambiar la forma de trabajar con los chicos, que es enfermizo lo que se les enseña, pesas, correr, ganar o ganar a cualquier precio y demás cuestiones que deberían quedar exentas para personas de esta edad. Cree el técnico que la culpa parte de los padres, los técnicos y de los directivos: “Cuando tenés la enfermedad de parte de directivos y técnicos de ganar un campeonato y no de formar jugadores, entonces estamos mal. Y eso lo padece la Selección después. Para muchos padres su hijo es un billete caminando"
Y si los técnicos son formadores, ¿Por qué se descarrilan de esta función? “Tienen temor porque necesitan el resultado, se lo exigen de arriba. Los dirigentes no te preguntan cómo jugaste sino cómo saliste. Esto también pasa en el baby fútbol. Ahora esos partidos terminan 1 a 0 y son chicos de seis, siete, ocho años. Ves jugadas de pelota parada, increíble para esa edad”
Batista insiste porque cree que es verdaderamente preocupante lo que sucede: “El problema está en los dirigentes que bajan las pautas. Piensan que tienen que formar un jugador para vender y eso a nosotros no nos interesa, porque el buen jugador se va a vender solo. Entonces para qué más gimnasio, más pesas si la pelota la tocamos una vez por semana. Así nos estamos confundiendo en el trabajo de base. Te confundís con las edades. A los 15 años no disfrutan porque es todo presión. A esa edad, presionan los representantes y los padres, pero ellos no entran a la cancha, los que presionamos somos los técnicos. Nosotros también tenemos la culpa”

La identidad "Este que tenemos hoy no es el fútbol que siempre se jugó acá. Hubo una identidad y la técnica se imponía sobre la táctica y lo físico. En mi época se ganaba por la técnica. Físicamente podés poner bien a un jugador, pero técnicamente, no. Decir que estamos bien es ponerse una venda en los ojos"
La técnica

“El fútbol argentino fue siempre la técnica, el jugador talentoso, la inventiva y con eso desnivelamos a los equipos europeos. Hoy estamos confundiendo la forma de trabajar”También, se dice que ya no salen cracks como antes, que Riquelme hay uno solo y cuando se retire desaparecerá el enganche, que ya no habrá creativos. Pero no es tan así, no puede ser que sea así. “Hay chicos que juegan muy bien. Pero si les ponés cien kilos de pesas arriba le quitas cosas en lugar de aportarle. No es posible que en el fútbol argentino no se puedan encontrar marcadores de punta o enganches. Hay jugadores, y los hay muy buenos. Pero no podés jugar en infantiles con chicos que tienen ocho años en cancha de once”, y agrega: “El otro día me preguntaban si teníamos un Iniesta o un Xavi. Yo digo que tenemos muchos Iniesta y muchos Xavi, pero tienen 15, 16 o 17 años. El tema es cómo los trabajamos. El fútbol argentino fue siempre la técnica, el jugador talentoso, la inventiva y con eso desnivelamos a los equipos europeos. Hoy estamos confundiendo la forma de trabajar”.

Por eso, paradójicamente resignado y con la esperanza de poder cambiar el problema, aclara: “Lo primero que tenemos que hacer nosotros y para eso existen las inferiores, tenemos que meternos en la cabeza que somos formadores. Formadores para el fútbol argentino, no para vender a Europa. Quiero decir con esto que en los clubes no puede haber más pesas que pelotas. No se puede trabajar más en lo físico que en lo técnico como se está trabajando actualmente. Hay que enseñarles a los chicos y para eso te tienen que apoyar los directivos. Con los chicos no se puede andar buscando únicamente campeonatos. Somos formadores, no gente que tiene que ganar campeonatos, por eso nosotros propusimos eliminar la tabla de posiciones en las inferiores. Ya sabemos que en Primera tenés que ganar, aunque yo sigo pensando que no es lo único. Vos te preparás para ganar, pero podés ganar o perder. “¿El éxito de Pekerman y de Tocalli no fueron los cinco títulos mundiales juveniles, sino que hoy, en la selección argentina, hay nueve jugadores que pasaron por los juveniles. Esa es la esencia. Esa es mi obligación”.

En cuanto a la palabra formadores, vale aclarar también que se trata de chicos y que la palabra enseñanza no debe faltar, en cualquier aspecto. “Hay que educar. Ponele que a un chico le dieron cuatro fechas de suspensión en la AFA, si yo soy el club le doy ocho más para que aprenda. Pero no es así. Hoy van lo directivos a pedir que le den menos fechas. No estamos pensando qué es lo mejor para educar a los chicos. Tampoco podemos permitir que chicos de 12 o 15 años no estudien. Por más que juegue bien, por más que los padres estén de acuerdo. No podemos permitir eso. Quien le asegura a los 15 años que va a llegar a Primera. Vamos a tratar de sacar esta enfermedad por los resultados. Cuando menos se crucen en clásicos mejor. Queremos que la séptima, octava y novena no sumen puntos”, y concluye: “Se están quemando etapas con los chicos. No podemos tratar a un chico como un adulto. A los 9 años ya hacen calentamientos, cuando lo que tenemos que hacer es darle la pelota. Ves partidos de infantiles y se matan”.
Otro tema que le hace ruido al Seleccionador Juvenil es cómo se trabaja, sobre masía, en la parte física en los clubes. “Yo veo que el preparador físico hoy está por encima del técnico. No me parece bien que el chico trabaje con las pesas tres veces por semana y sólo una con la pelota. Y eso es culpa de los técnicos. Y aclaro que no tengo nada contra los preparadores físicos. Nos estamos equivocando en los volúmenes de trabajo de chicos de 9, 14 o 15 años. No los podés tener siempre dentro de un gimnasio ni quemarle la parte técnica. Tenemos jugadores de 15 años que tienen dolores de rodilla por las pesas. ¿Dónde vamos a llegar? ¿Si tiene brazos grandotes o mucho músculo va a ser mejor jugador? Los directivos tienen mucha culpa en bajar la línea de que hay que salir campeón y nada más. Todos somos culpables. El fútbol argentino es otra cosa. Perdimos técnica, inventiva, la creatividad que nos distinguió siempre”.
Lo que la gente tal vez no entiende, es que estos problemas de hoy serán los problemas luego en la mayor. Si se enseña mal el que lo sufrirá después es la Selección. Ya parte de esto se ve en los clubes: “En torneos internacionales no nos va bien. Nos ganan equipos sin ninguna historia. Son muchos los equipos que en la Copa quedan afuera en primera ronda contra equipos venezolanos, por ejemplo. Y no es que evolucionaron los demás países, nosotros nos quedamos mucho. Antes se ganaba 6-0, no por la parte táctica o física, sino porque teníamos jugadores bien dotados. Ellos evolucionaron en organización, tienen más información de todo, pero se dieron cuenta de que corriendo y ordenados le podían ganar a cualquiera de los equipos argentinos”.

España, con su reciente título Mundial, parece enseñarle al mundo como se deben hacer las cosas. “No tenemos que copiar cómo jugó España, sino que tenemos que copiar los proyectos que tiene España. Uno los ve jugar en la Sub 17 y con la Sub 20 y se da cuenta del futuro que tiene. Apostaron a jugar bien al fútbol, a la técnica, a la creatividad de los jugadores.”

Batista cuenta también que ya no hay ‘maestros’, y si los hubiera no tendrían tiempo. El fútbol transita con una vorágine tal que no permite su existencia. “Yo hace dos años que vengo diciendo que, para mí, el fútbol argentino está mal. Tenemos que cambiar para ganar cosas importantes. Sabemos que estamos mal. Si agarro un pibe de 18 años y no sabe parar la pelota quiere decir que no estamos bien. Si al fútbol argentino le cuesta clasificar al Mundial, queda afuera de un sudamericano juvenil, algo está pasando. Igual sé que peleo contra un Tsunami”, desafortunadamente.

La presión
"La que tienen los chicos hoy es tremenda; la exigencia por ganar, los padres, el representante, y todo eso con apenas diez, once años. Hay chicos que dejan el fútbol por esto. No nos podemos meter en la casa, ni con el representante. Pero en las horitas que estén con nosotros le vamos a descomprimir esa presión"


Hoy se corre muchísimo atrás de la pelota. La gente aplaude cuando uno saca la pelota afuera. Y si uno pierde un gol solo no se dice nada. Y si traba, la cancha se viene abajo. El otro día vino un jugador (Zucculini) que salió en una foto en un diario porque se tiró a trabar con la cabeza. Yo le dije de entrada: con nosotros, si te tirás a trabar con la cabeza y te la rompen yo no paro la práctica para que te atiendan. El fútbol es otra cosa. Le dije: a mí no me engañás. Tenés que jugar al fútbol. Eso es otra cosa". Hoy se juega mucho al error del contrario también. No se puede festejar un corner, un tiro libre, que se tire la pelota afuera o que uno se tire a trabar con la cabeza y que por eso salga en el diario. Esas cosas no se tienen que festejar. Basta con eso”.

“Hay que terminar con esa enfermedad de ganar o ganar. Llegó el momento de parar la pelota y pensar de otra manera”.

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