ANALISIS
1.RIVER
Gallardo no fue la solución que Astrada esperaba
En Santa Fe volvió a perder por segunda vez en el campeonato y vuelven las críticas por viejos errores. Colón, además, le cortó una racha de dos victorias seguidas como visitante al conjunto de Núñez (Tigre en la última del apertura pasado y Chacarita en la 2° de este Clausura).
Astrada apostó a una línea de tres con Sánchez, Ferrero y Quiroga que le salió mal. Se sabe, que en esos casos se necesitan jugar con centrales veloces. Y no es el caso justamente de los 3 nombrados. Los más flojos fueron Nico Sánchez y Quiroga. El primero llegó lento a varios cruces y llegó a la quinta amarilla por lo que se pierde el próximo partido ante Arsenal. Y el otro que también se queda afuera fue Facundo Quiroga, otro que jugó para el olvido. Mal en la marca, cometió faltas innecesarias, donde se ganó la amarilla y cometió el penal que Fuertes cambió por gol. Para colmo, agarró una pelota con la mano que le valió la expulsión para cerrar una noche desastrosa.
Otra posición que merece análisis fue la ubicación de Gallardo como doble cinco. Retrasado, cerca del círculo central no pudo hacer valer su peso, ni influir en el juego y River lo sintió. Leo se dio cuenta y cambió el esquema en el ST. Vale decir también que los compañeros no lo ayudaron. Acaso, ¿de qué sirve tener a Gallardo, el hombre que mejor pase-gol tiene si nadie le pica en profundidad?
Y arriba, el mayor déficit. River continúa con la anemia ofensiva que lo castiga desde el comienzo del campeonato. Aunque esta vez los delanteros tuvieron sus oportunidades, y bastantes claras, no estuvieron finos para lastimar a Colón. Encima enfrente estuvo Pozo, que con su actuación dio un paso más en su carrera hacia el mundial. Pero ni Canales, ni Rojas, ni Villalba pudieron capitalizar las ocasiones con las que contó y River profundizó aún más la efectividad en ataque.
Por eso es justa la victoria de Colón. Cuatro fechas pueden ser pocas, pero hoy alcanzan para darse cuenta de que River sigue sufriendo los mismos errores del campeonato pasado. Es un equipo correcto y, cuando no lo apuran demasiado, hasta prolijo. Pero es débil atrás, no tiene generación de juego en el medio y adelante directamente no lastima. Así, si está arriba en el marcador como le pasó ante Chacarita, sufre para cerrar el partido. Y así, si tiene que remarla como anoche contra Colón, termina ahogado.
Astrada apostó a una línea de tres con Sánchez, Ferrero y Quiroga que le salió mal. Se sabe, que en esos casos se necesitan jugar con centrales veloces. Y no es el caso justamente de los 3 nombrados. Los más flojos fueron Nico Sánchez y Quiroga. El primero llegó lento a varios cruces y llegó a la quinta amarilla por lo que se pierde el próximo partido ante Arsenal. Y el otro que también se queda afuera fue Facundo Quiroga, otro que jugó para el olvido. Mal en la marca, cometió faltas innecesarias, donde se ganó la amarilla y cometió el penal que Fuertes cambió por gol. Para colmo, agarró una pelota con la mano que le valió la expulsión para cerrar una noche desastrosa.
Otra posición que merece análisis fue la ubicación de Gallardo como doble cinco. Retrasado, cerca del círculo central no pudo hacer valer su peso, ni influir en el juego y River lo sintió. Leo se dio cuenta y cambió el esquema en el ST. Vale decir también que los compañeros no lo ayudaron. Acaso, ¿de qué sirve tener a Gallardo, el hombre que mejor pase-gol tiene si nadie le pica en profundidad?
Y arriba, el mayor déficit. River continúa con la anemia ofensiva que lo castiga desde el comienzo del campeonato. Aunque esta vez los delanteros tuvieron sus oportunidades, y bastantes claras, no estuvieron finos para lastimar a Colón. Encima enfrente estuvo Pozo, que con su actuación dio un paso más en su carrera hacia el mundial. Pero ni Canales, ni Rojas, ni Villalba pudieron capitalizar las ocasiones con las que contó y River profundizó aún más la efectividad en ataque.
Por eso es justa la victoria de Colón. Cuatro fechas pueden ser pocas, pero hoy alcanzan para darse cuenta de que River sigue sufriendo los mismos errores del campeonato pasado. Es un equipo correcto y, cuando no lo apuran demasiado, hasta prolijo. Pero es débil atrás, no tiene generación de juego en el medio y adelante directamente no lastima. Así, si está arriba en el marcador como le pasó ante Chacarita, sufre para cerrar el partido. Y así, si tiene que remarla como anoche contra Colón, termina ahogado.
2. BOCA
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