05 marzo 2011

SIGO SIENDO TU PAPÁ

GIMNASIA 0-2 ESTUDIANTES
33.000 triperos pero los que festejaron fueron los menos. Estudiantes se aprevechó de un debil Gimnasia y ganó el cláscico de La Plata.
Estudiantes volvió a imponerse en el clásico de La Plata y estiró su paternidad a 53 victorias sobre 45. En el debut de Berizzo al frente de este partido, el Pincha le ganó a Gimnasia 2-0 con goles de Gastón Fernández y Enzo Pérez, éste último de penal.

Parece que no hay caso. Pese a ser local en el remodelado Estadio Unico de La Plata, pese a tener la exclusividad de las tribunas, repletas de 33.000 del Lobo, pese a la vuelta de Guillermo Barros Schelotto y pese a la levantada que había mostrado la fecha pasada ante Colón en Santa Fe, Gimnasia no puede con Estudiantes. Ni siquiera con este Estudiantes que venía mal, luego de caer con Banfield justamente aquí, en este mismo estadio y que encima en la semana se encontró con la noticia de que su emblema, Su Majestad, La Brujita Verón se perdería el partido por una lesión en el tobillo. No hay caso. Con el Estudiantes que sea, Gimnasia no puede.

Es cierto que el partido no fue bueno. De ninguno de los dos. Que la victoria de Estudiantes no se le puede atribuir debido a un juego brillante de sus interpretes ni mucho menos. El primer tiempo comenzó con un gran clima en la tribunas pero poco fútbol en el césped. Tan sólo un par de jugadas claras, y del lado de Gimnasia. Juan Neira, ese exquisito enganche del Lobo, inició una jugada por derecha y habilitó magistralmente con un pase en cortada a Jorge Córdoba que recibió en el área. Agustín Orión se apresuró a acortar distancias y el delantero reaccionó tarde. Cuando tiró el remate el arquero ya estaba muy encima y terminó quedándose con la pelota sin problemas. Inmediatamente después hubo un córner para Gimnasia cabeceado por Abel Masuero que pasó cerquita del segundo palo. Nada más. ¿Estudiantes? La misma imprecisión que su rival en los pases. Con la ausencia anunciada de Verón, Eduardo Berizzo planteó una for
mación con Mercado por derecha, Braña y Matías Sánchez de doble cinco, el chico Iberbia por izquierda y un doble enganche conformado por Enzo Pérez y Pablo Barrientos. Pérez participó poco, al igual que Barrientos y Gastón Fernández se hallaba muy solo arriba, sin un abastecedor claro. Braña intentó a veces hacer de Verón pero está claro, no es su característica. Así se fue el primer tiempo: mucho forcejeo y poca creatividad. Con algunas ráfagas de talento de Neira y las siempre presentes simulaciones de Guillermo que para lo único que sirvieron fue para calentar un partido innecesariamente.

Pero en el complemento llegaron los goles. A los 6 minutos, Desábato desde el centro del campo le pone una pelota larga a Gastón Fernández. El delantero entró al área, la controló primero con la cabeza y sacó el remate recto y certero que se metió contra el palo derecho de Gastón Sessa. 1-0 y silencio en todas las tribunas. No se puede hablar de justicia o no porque como dijimos, ninguno había hecho méritos como para ponerse en ventaja. Pero fue Estudiantes el que aprovechó una desatención en el fondo y empezó ganando. Seguida a la jugada de Fernández hubo otra calcada, también con el ex San Lorenzo como protagonista, pero esta vez Sessa contuvo y tiró al córner. Gimnasia nunca pudo levantar ni llegar con peligro al arco de Orión. Estudiantes jugaba con la desesperación del rival y enfriaba el partido.

Aproximadamente a los 20' hubo un acto de cobardía de parte del jugador Barrientos al exagerar groseramente una palmada que Sessa le había dado en la parte de atrás de la cabeza. El de Estudiantes tapándose los ojos se tiró al piso para hacer tiempo. Enseguida vino Rinaudo para levantarlo y se armó una revuelta que duró unos minutos. Hasta se metió el cuarto árbitro, Carlos Maglio, a separar. Baldassi actuó rápido y amonestó conjuntamente a Sessa, Barrientos y Rinaudo.

A esa altura del partido mucha lucidez a los equipos no se le podía pedir. Encima ingresó por Neira pero no aportó en el desarrollo. Si antes Gimnasia no era claro en los últimos metros ahora directamente ni llegaba.

Y para colmo, al final le pasó lo que le sucedió. Mano evitable de Masuero en su propia área y penal para Estudiantes. Enzo Pérez se hizo cargo y no falló: a la derecha miró y a la derecha la metió. A media altura. Nuevamente el silencio en la totalidad del estadio.

Pese a las 33.000 personas en contra, Estudiantes festejó y estiró a 53 las vitorias sobre su eterno rival. Ese que tuvo todo para ganar y se fue sin nada. No jugó bien, la idea de Cappa no es nada más que eso, una idea. Nunca pudieron plasmarla. El rival, como dijimos, tampoco fue tan superior. Se encontró con el gol de Fernández en un momento clave. A partir de la ventaja jugó a su antojo y manejó el partido.

Las repercusiones en el lado menos féliz
El técnico de Gimnasia, Ángel Cappa, no se fue contento y fue duro en las declaraciones: "Gimnasia regala los partidos.Sabían que si tiraban un pelotazo de 45 metros, nos íbamos a quedar quietos y van a hacer el gol. Lo estudiaron y lo saben perfectamente, por eso lo hicieron.
Vos manejás el partido en la medida de tus posibilidades, proponés y de pronto con un pelotazo de 50 metros te lo ganan. Es un golpe duro de asimilar". Sobre los goles apuntó: "El primero es cuestión de funcionamiento y el segundo es un error individual, la pelota picó mal y hubo mano". El hombre de bigote ancho y convcciones profundas sabe que las críticas con respecto a su manera de jugar son algo que lo tienen sin cuidado y se encargó en remarcar: "Este es el camino, sólo espero que no nos equivoquemos más en adelante".

Las repercusiones en el lado victorioso.

Era su primer clásico, y en definitiva, el partido más importante en su corta carrera como técnico. Eduardo Berizzo se mostró más que contento al finalizar el encuentro y declaró:"Les ganamos a 33.000 personas. Era muy importante. El equipo cumplió la idea de juego a la perfeciión y pudo superar el golpe de la ausencia de Verón, que es fundamental. Más adversidades no podíamos tener".

Además, explicó lo que para él fue la clave de la victoria: "Había que robar la pelota en el mediocampo, presionar a los volantes e interrumpir a Guillermo, y lo logramos. Ganar este tipo de partidos es muy importante”.

Desde que el ex ayudante de Marcelo Bielsa su puso el buzo de director técnico lo que más se le cuestiona es el dibujo táctico (venía de jugar con línea de cuatro y para el clásico retornó a la de tres)."Lo dije y lo vuelvo a decir: yo no vine a cambiar ningún esquema. La idea es jugar de la manera que más cómodo se sientan y que todos se potencien a partir de ese dibujo. Sigo pensando que los dibujos no importan demasiado", aseguró.


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