El crack español tiró el taco en una zona donde no debía y el otro español, también crack pero en este turno rival, la robó y la domó enseguida. La cambió de pierna, de la izquierda a la derecha, no se puede hablar de la de palo a la mejor porque con ambas controla la pelota con la misma precisión. La cambió así, tac-tac, al ritmo que dejó a dos contrarios en el camino. Y vio el hueco. Ese hueco que sólo él o algunos otros pocos iluminados pueden ver. Y lo vio entre tres de camiseta amarilla y supo que por ahí pasaría ella. Y pasó. Para ese otro crack. El argentino que apareció por derecha y por sorpresa. Escurridizo. Por atrás. Y recibió, levantó la cabeza y vio al arquero apresurado, atolondrado, saliendo a cortar como sea lo que de seguro iba a terminar en gol. Pero él, el fenomenal jugador que tenía la pelota, no se desesperó. Al contrario, resolvió de forma magistral lo que su cabeza le dijo en dos segundos. Y la acarició, y la picó, con toda la propiedad del término. La mantuvo suspendida, elevada, flotando en el aire a la altura justa, donde él la quiso suspendía. Ya no miró al arco. No necesitaba. Se arqueó apoyado en su pie derecho hacia adelante y de zurda enloqueció a todos. Latigazo extraordinario y enseguida la ovación, los aplausos de admiración, de sorpresa, de incredulidad propia del que ve algo totalmente fabuloso e increíble y no puede, no sabe cómo explicar tanta calidad. Tanta belleza, tanto placer por ver a un gurrumín de apenas unos metros destilar tanto talento. El aplauso no para, cómo va a parar. Una obra de arte, el pase del español fuera de serie y la definición del argentino número 10. Una pintura, como las tantas que traza ese argentino crack cada fin de semana.
Voy a inventar una palabra porque no sé como describir esa forma de picar y suspender a su antojo para la luego demoledora definición. Inadjetivable fue. Inadjetibale es lo que hace Messi cada día en Barcelona. Las crónicas dicen que Arsenal sufrió ese gol. Arsenal jamás pudo haberlo sufrido. Si el equipo de Wegner fue testigo priviliegiado de esa fantasía. ¿Cómo lo va a sufrir a ese gol?
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